Dispuso en su mente una realidad totalmente perpendicular a su rutinaria línea de vida, propuso en su mente ideas y sueños radicales, llenos de colores y armónicos sonidos musicales, anheló tanto esa irrealidad que sin darse cuenta, él comenzó a coexistir en un mundo lleno de quimeras, condicionó tanto de esa irrealidad que sin advertir el momento en que su mente cambió su perspectiva ya se hallaba viviendo un falso sentimiento de amor, de alegría, de felicidad. Sin embargo, cuando él pretendió cambiar lo que tanto necesitó, fue demasiado tarde y sólo quedaba intentar ahorcar sus ensortijados sentimientos ilusorios antes de que su realidad se sumerja en el perturbador y ensordecedor vacío verde-negro.
27/08/09
Nel.-
21:16 PM
21:16 PM
4 comentarios:
Las quimeras, tanto como las ilusiones, forman parte de la realidad. Sin duda.Lo importante es saber separar una de la otra.
Qué es real? qué es irreal? Ese tránsito es imposible de hacer. Ni los miles de filósofos que han existido, sentados en sus cientos de paradigmas, lo han podido responder.
Y dos comentarios:
Uno. Tus relatos están llenos de visuales y auditivas afirmaciones. Me encantan.
Dos. El amor, cuando real, no necesariamente tiene su correlato en el interlocutor amado... Amamos a veces sin ser amados. O nos aman sin amar. Lo ideal (real?) es que sea para ambas direcciones.
Un abrazo.
En un caso real, dicha persona sufriría en demasía... tendemos a sobrevalorar la fantasía, pero cuando nuestra existencia se basa en ésta vamos camino a la escisión y desintegración.
Saludos, te quiero y extraño amigo =)
Qué bien que te guste Rayuela.
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