9 feb 2020

Paz


Estabas esperando apoyada en un local típico de la ciudad, te reconocí desde lejos sin decir nada, cuando tú me viste me hiciste una señal que lógicamente comprendí desde lejos. Después de un saludo apurado en una esquina transitada construimos una tarde simple al estilo de la vida que normalmente no se tiene, esa vida que es hablada y lejos de las pantallas táctiles. Te vi y tú me viste, estuvimos mezclando nuestros universos por un par de horas entre el mar y la magia. Después de un par de horas subí a mi auto, conecté mi celular al bluethooth de la radio para después doblar por calle Alvarez y continuar por Agua Santa pensando en esas pocas horas, mientras a lo lejos las luces de Valparaíso se pierden en el Pacífico.



N.-
06/09/17
1:18