Él sintió una enorme curiosidad por el intenso misterio que le causaba estar cerca de su libertad, fue por esa misma razón que se sentía triste cada vez más frente a no encontrarla. Sin rendirse, ni dejar de soñar siguió luchando en pos de sus ideales de cambio, intentó todo tipo de maniobra, la siguiente cada vez más fuerte que la anterior, de manera muy progresiva, pero, sin embargo, nada de eso funcionó. Fue entonces en ese momento en el que encontró el cambio que tanto andaba buscando. Él, sintiendo una enorme curiosidad que le causaba la sensación llena de misterio y libertad, tomó fuerzas, corrió en línea recta y sin dudar un sólo segundo, y con la consigna de libertad en su cabeza, él se lanzó al mar.
1 comentario:
La libertad genera terror, tenemos miedo a la libertad como diría Fromm, pero estamos condenados a ella como diría Sartre.
Jaja, sin importar quienes lo dijeron, creo que si bien la libertad nos da miedo, vale la pena acercanos y empaparnos en ella, aunque ello conlleve el riesgo del sin-sentido.
¡Un abrazo!
Publicar un comentario